Una
parte de las diferencias litúrgicas es producto de tradiciones étnicas,
y la otra se formó después de la separación de las Iglesias Oriental y
Occidental. Aquí mostraremos algunas:
El uso del pan ácimo en la Eucaristía
La Iglesia Ortodoxa consagra el pan natural con levadura,
en tanto que la Occidental, el pan ácimo. La Iglesia Ortodoxa basa su
punto de vista, primero, sobre lo que el Señor comió en la Ultima Cena:
Pan con levadura. “Antes de la fiesta de la pascua…” (Jn. 13:1). “Dos
días después era la pascua y la fiesta de los panes sin levadura…” (Mc.
14:1). “Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario
sacrificar el cordero de la pascua” (Lc. 22:7).

Los
Apóstoles usaron el pan natural con levadura en cumplimiento del
Sacramento de la Eucaristía, “…en el partimiento del pan…” (Hch. 20L:7).
San
Juan Crisóstomo explicando la palabra griega “artos”, dijo que esto se
traducía como “pan con levadura” (Sermón 81 sobre el Evangelio de
Mateo).
Los
primeros cristianos llevaban consigo pan y vino, y terminando la
Eucaristía repartían lo sobrante a los pobres. Sin duda usaban el pan
con levadura y no el ácimo. “Porque al comer, cada uno se adelanta a
tomar su propia cena; …” (1a. Cor. 11:21).
El bautismo y la Confirmación
La
Iglesia Ortodoxa bautiza metiendo al niño en el agua, mientras que la
Iglesia Romana bautiza por infusión. En griego “baptizo” y “baptisma”
significan sumersión o inmersión y
no aspersión o infusión. El Evangelio dice: ” Y Jesús después que fue
bautizado, subió luego del agua;…” (Mt. 3:16. Mc. 1:10). La palabra
subió, supone que antes bajó al agua.
En
Roma se descubrió, en la Catacumba de San Calixto, un icono del siglo
II que representa a Cristo inmerso en el agua, saliendo con la ayuda de
Juan. En el convento Dafne, cerca de Atenas, existe un antiguo icono
hecho con mosaicos que presenta a Cristo metido en el agua al ser
bautizado por Juan. San Basilio el Grande, en su artículo sobre el
Espíritu Santo, dice: “El sacramento del bautismo se tiene que celebrar
con tres inmersiones”.
La
Iglesia en sus primeros tiempos no permitía el bautismo por aspersión,
sino en los casos de sumo peligro. En caso de que llegara a vivir el
bautizado por aspersión en caso extremo, se le prohibía recibir el
Sacramento del Sacerdocio.
La
Iglesia Occidental misma bautizaba en los primeros siglos del
Cristianismo por inmersión, como es de notarse en los antiguos manuales
litúrgicos que se conservan. La aspersión e infusión sólo fue permitida
después del siglo XVI. El Sacramento de la confirmación, en la Iglesia
Romana, lo confieren exclusivamente los Obispos y no se celebra
inmediatamente después del bautismo, sino cuando llega el niño a la
adolescencia. Se le unge con el Santo Crisma, y se le imponen las manos.
Sabemos, sin
embargo, que estos dos Sacramentos: El Bautismo y el Mirron (la
confirmación) nunca se dieron separados en la Iglesia Primitiva. Tanto
los Sacerdotes como los Obispos lo administraban como se hace en la
Iglesia Ortodoxa hasta la actualidad. La misma Iglesia Romana en su catecismo de 1992 asevera en su punto 1290 que la forma de práctica del Bautismo Ortodoxo es la "original", y que por una práctica occidental se llevo a la separación de un solo sacramento en tres. Para la Iglesia ortodoxa no existe posibilidad de tal adaptación y por ende el sacramento sin verdadera inmersión, y sin estar acompañado inmediatamente de crismación, hacen inválido el misterio o sacramento.
Dice
el escritor eclesiástico occidental, Tertuliano, en su libro sobre el
Bautismo, lo siguente: “Después de salir de la pila del bautismo
recibiremos el Santo Myron conforme a la antigua tradición”.
El Celibato del Clero
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San Juan de kronstadt, sacerdote casado aunque Dios no le concedio hijos naturales tuvo miles de hijos espirituales |
La Iglesia Romana exige insoslayablemente el celibato a su clero. Sin embargo, la Iglesia Primitiva nunca prohibió el matrimonio del Clero ni de los Obispos, el gran teólogo de la Iglesia, San Gregorio, fue hijo de un Obispo, como lo fueron otros grandes santos, pero la Iglesia, posteriormente y por razones sociales que no hay necesidad de comentar, determinó que los Obispos no fueran casados para que se alejaran de las obligaciones mundanas pudiendo así dedicarse a lo espiritual.
Mas es preciso aclarar este punto: Se aceptan desde el diaconado (y por ende en el sacerdocio) hombres solteros o casados. Si
se trata de un hombre soltero una vez adquirido el estatus de diácono –
y con mayor razón el de sacerdote – no puede contraer matrimonio
durante su ministerio.
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Comunidad Monástica del Monasterio Filoteu (Athos) |
A aquellos que son casados se les llama clero blanco (por la costumbre de usar colores vivos en en sus ropas) y a los que son solteros que SIEMPRE son monjes y por ende viven en celibato se les llama clero negro (pues usan en la mayor parte del tiempo vestimenta negra).
Las Estatuas
Entre
las diferencias de culto existe el de las estatuas. El Occidente Romano
colocó estatuas en las iglesias. El Oriente Ortodoxo las rechazó y
sigue rechazándolas dentro de los templos, basándose en la Palabra del
Señor: “Dios es espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad
es necesario que le adoren” (Jn. 4:24). Y también: “…Al Señor tu Dios
adorarás, y a él sólo servirás” (Mt. 4:10). San Pablo nos dice: “El Dios
que hizo el mundo… siendo Señor del cielo… no habita en templos hechos
por manos humanas…” (Hch. 17:24)
La Santa Unción
La
Iglesia Ortodoxa ora sobre el aceite para la curación de las
enfermedades y remisión de los pecados. La Iglesia Romana considera que
el aceite es para los moribundos y para los enfermos graves (de ahí el
nombre de “Extrema-unción“), esto a pesar de que la Santa Biblia enseña que el óleo se da a los enfermos para su sanación espiritual y corporal,no existiendo esa disociación cuerpo-alma tan frecuente en la cultura occidental.
“Está alguno enfermo entre vosotros, llame a los ancianos de la iglesia, que oren por él ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo y el Señor lo levantará;…” Stg. 5:14-15).
La Eucaristía
En Occidente sólo se da la Comunión a los niños que han llegado al uso de la razón; si un infante muere, muere sin Comunión.
En Oriente se puede impartir la comunión desde que se es bautizado.
Los
fieles de la Iglesia Occidental, de ordinario, sólo reciben el Pan
Eucarístico, que no es fragmento de un solo Pan sino una Hostia;
últimamente se permitió que en ocasiones especiales se recibiera el Pan y
el Vino. Y San Pablo dice: “Siendo uno solo el pan, … pues todos
participamos de aquel mismo pan”. “Por tanto… coma cada uno así del pan,
y beba de la copa” (1a. Cor. 10:17, 11:28).
En la Iglesia Ortodoxa la comunión es con pan y vino, los fieles reciben del sacerdote o el Obispo un trocito de pan y vino mezclado en una cucharada que se reparte desde el cáliz eucarístico.
Las fórmulas Sacramentales
Por
desgracia, los católicos romanos creen que la acción de los Santísimos
Sacramentos reside en la persona del Sacerdote. Dice el Sacerdote: “Yo
te bautizo”, “Yo te uno en matrimonio”, “Yo te unjo”, “Yo te perdono”.
El
sacerdote Ortodoxo dice: “Se bautiza el siervo de Dios”, “Se unge el
siervo de Dios”, “Se perdona el siervo de Dios”, porque la Iglesia
Ortodoxa está segura que el medio principal en los Sacramentos es la
Gracia Divina y no el Sacerdote que sólo es su instrumento. En otras
palabras, la Iglesia Ortodoxa enseña que la acción de los Sacramentos está basada en la Gracia Divina y no en el Sacerdote, independientemente de su cualidad humana.
Conviene
aquí mencionar que uno de los grandes doctores de la Iglesia
Occidental, San Agustín, Obispo de Hipona, hablando sobre los
Sacramentos dice: “Cuando el Señor perdonó a la mujer pecadora, no le
dice “yo te perdono tus pecados”, sino, “…tus pecados te son perdonados”
(Lc. 7:48).
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